El Síndrome del Intestino Irritable, más conocido como colon irritable, es un trastorno funcional crónico del tubo digestivo con el que se presentan varios pacientes en nuestra consulta de nutrición en Nutriclinic. Sus síntomas principales son el dolor o molestia abdominal, la hinchazón abdominal y la alteración del hábito intestinal (estreñimiento y/o diarrea). Suele manifestarse con recaídas sin que exista una enfermedad orgánica de base que lo explique.
El Síndrome del Intestino Irritable es el trastorno gastrointestinal más comúnmente diagnosticado. Entre un 10-20% de la población experimenta a lo largo de su vida síntomas de Síndrome del Intestino Irritable, aunque solo un 15% de ellos solicitan valoración médica.
El intestino está conectado al cerebro usando señales hormonales y nerviosas que van y vienen entre el intestino y el cerebro. Estas señales afectan el funcionamiento intestinal y los síntomas. Los nervios pueden volverse más activos durante momentos de estrés, lo que puede provocar que los intestinos sean más sensibles y se compriman o se contraigan más.
Existen numerosos tratamientos y terapias disponibles para aliviar los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable aunque actualmente uno de los tratamientos más efectivos y según mi experiencia, además de una buena orientación dietética por un médico nutricionista o un dietista, es el uso de los probióticos que deben tomarse como mínimo en un período de 6 meses e ir rotando las cepas siempre bajo la prescripción de un facultativo.
Dentro de las indicaciones dietéticas que suelo recomendar a los pacientes que me visitan con esta patología en Nutriclinic está el evitar alimentos y bebidas que estimulen los intestinos (como la cafeína, el té o las bebidas de cola), comer porciones más pequeñas e incrementar la fibra y las proteínas en la alimentación, un buen ejemplo para cumplir estas recomendaciones sería seguir el patrón alimentario de la Dieta Mediterránea. También recomiendo los cambios en el estilo de vida ya que puede ser útil en algunos pacientes. Por ejemplo, el ejercicio regular y el mejoramiento en los hábitos de sueño pueden reducir la ansiedad y ayudar a aliviar los síntomas intestinales.
Dr. Jorge Blanco Anesto